lunes, 1 de junio de 2009

El repudio toma forma


ÁLVARO DELGADO

Ante la frustración de los ciudadanos que no encuentran una oferta
electoral creíble, pese a la costosísima infraestructura de los
partidos y los órganos electorales, en crecientes segmentos de la
sociedad –sobre todo a través del instrumento de moda, las páginas de
internet– se extiende una campaña, paralela a la de los partidos, para
que el 5 de julio la gente acuda a las urnas y anule su voto. Entre
quienes participan en ella hay de todo: jóvenes blogueros, políticos
descontentos, analistas y ciudadanos que simplemente están, y así lo
dicen, hartos del sistema…

De la frustración, el resentimiento y el desprecio que concita el
degradado sistema político mexicano emerge, desde vastas zonas del
país, un movimiento de ciudadanos que convoca a poner un “hasta aquí”
a los políticos, los partidos y la representación popular, como la
Cámara de Diputados, a través de una acción insólita: ir a las urnas
sólo para anular el voto.
Se trata de un fenómeno espontáneo que empezó a tomar forma organizada
en Puebla, en marzo pasado, y que se ha extendido con rapidez a varios
estados de la República, sobre todo a través de páginas de internet y
blogs y que se propone, en las elecciones del 5 de julio, lo que
parece una paradoja estéril: reformar el sistema político mexicano
repudiándolo.
“Anulando el voto estamos diciendo que este sistema no funciona y que
queremos cambiarlo, y tenemos la esperanza de que el mensaje sea de
tal manera fuerte e inevitable que fuerce a los políticos a entrar en
una reflexión para reformarlo”, explica Gabriel Hinojosa Rivero,
dirigente del movimiento Gobierno de Segunda Generación (G2G), pionero
de esta singular protesta, que ya le generó amagos de castigo en
Puebla.
“Rechazo a los partidos y sus candidatos, pero no a la democracia”,
aclara el movimiento “Tache a todos” que encabeza Hinojosa, quien con
ese nombre lanzó una página de internet que expone las razones para
anular el voto, instruye cómo hacerlo e inclusive convoca a un
concurso de cartel y video con premios de hasta 21 mil pesos.
Primo de Felipe Calderón, jefe del Ejecutivo, y primer alcalde del
Partido Acción Nacional de Puebla capital, militancia a la que
renunció en 2004, y aspirante a ese mismo cargo en 2007 con el apoyo
del Partido del Trabajo, Hinojosa afirma que es preciso que haya
candidaturas ciudadanas, reelección de legisladores, reducción de
diputados y creación de partidos municipales.
En este movimiento, aclara, nada tiene que ver Calderón: “Le tengo
aprecio y respeto como pariente y como presidente también, pero queda
claro que yo no estoy en su proyecto y que tengo una trayectoria muy
clara desde antes”.
–¿Han hablado sobre esto?
–Sí, desde luego. Desde antes de todo esto él dijo: “Tengo gran
aprecio por tu capital político en Puebla. Me da mucha pena que no lo
insertes en mi partido, pero respeto profundamente que sigas tus
propias convicciones”. Él lo lamenta, pero lo respeta. Y yo lo aprecio
y lo respeto a él.
Con diversos nombres, pero con el mismo objetivo de repudio a los
políticos mediante la abolición del voto en la casilla, estrategia que
contrarresta al mismo tiempo la abstención –dicen sus promotores–,
proliferan iniciativas en la Ciudad de México y en varios estados del
país, cuyos diagnósticos, agenda de discusión y aun la creatividad
para persuadir a los potenciales “anulistas”, difieren.
En Jalisco, por ejemplo, el lema del movimiento que inclusive ya
irrumpió en las calles de Guadalajara el viernes 22 de mayo, es
categórico y ha concitado controversias: “Para políticos nulos, votos
nulos”.
Carlos Páez Agraz, quien junto con Gladis Martínez, Margarita Sierra,
Etienne von Bertrab, Bernardo Jaén, Jaime Meade y Juan Carlos Soto
comenzó el movimiento en esa entidad, no tiene duda: “La enfermedad de
México es su régimen. Tenemos que cambiarlo de manera no violenta y la
primera etapa es: Así no”.
Con base en el artículo 39 constitucional, que establece que el pueblo
tiene en todo momento el inalienable derecho de alterar o modificar la
forma de su gobierno, el grupo promotor de Jalisco comenzó a reunirse
en abril para revisar datos sobre armonía, prosperidad y
sustentabilidad, que “demuestran que caemos en picada”.
Expone: “Conviven una crisis económica que parece devastadora, la
descomposición política, los crecientes niveles de violencia, y
estamos entre los tres países más corruptos y violentos del mundo. El
tejido social está desgarrado, 84% de mexicanos desconfiamos mucho de
otros mexicanos. Estos problemas de primer plano ya no pueden ocultar
uno peor, que es el deterioro del territorio”.
En entrevista por correo electrónico, Páez Agraz, ingeniero civil de
41 años de edad y consultor de organizaciones sociales, afirma que el
primer paso para transformar el sistema político es el grito de “hasta
aquí” que representa anular el voto en la casilla.
“Existen muchas propuestas de modificaciones a las leyes tremendamente
inteligentes y bien planteadas: juicios orales, revocación de mandato,
candidaturas ciudadanas, el agua como derecho humano, ordenamiento
territorial, control social de lo público, etcétera. Muchos ciudadanos
y organizaciones están preparados para construir una agenda y empezar
a deliberar. La pregunta es si debemos meterle más parches a nuestro
contrato social o si tenemos que diseñar uno nuevo.”
El movimiento “políticos nulos, votos nulos” ha establecido una red de
comunicación con activistas de Puebla; Torreón, Coahuila; Mexicali,
Baja California; y el Distrito Federal, con los que se trabaja vía
electrónica, sin conocerse personalmente, cada cual con sus
peculiaridades.
“Ver a México como un todo es muy complejo en este momento. Cada
estado de la República tiene sus particularidades, cacicazgos, pero
también tiene ciudadanos interesados. Lo que está claro es que, sin
distinguir colores, los políticos no tienen nada que presumir ni nada
que prometer que sea creíble”, subraya el activista.
Y pone el ejemplo de su propio estado: “Jalisco ha hilvanado 14 años
de gobiernos estatales panistas, quienes han encontrado el camino para
coexistir con los demás partidos mediante el reparto de puestos,
poderes y presupuestos. Los sindicatos siguen controlados por el PRI,
Francisco Ramírez Acuña tiene sometido al PAN, Raúl Padilla López,
exrector de la Universidad de Guadalajara, controla brutalmente a
muchos académicos, al PRD estatal y a un sector importante del PRI.”
Resume: “Jalisco parece estancado políticamente en los setenta, pero
con el PAN al mando. Para muestra el Chinguen a su madre que nos
propinó el actual gobernador, Emilio González Márquez, el año pasado.
En democracia, en cuatro horas estaría fuera y con proceso legal
abierto”.
En San Luis Potosí el movimiento se reduce sólo a la capital, reconoce
Noel Algara, un expanista de 29 años de edad y líder de un grupo de
rock, quien sin embargo prevé crecimiento de la propuesta de anular el
voto por el desencanto generalizado en la política, como a él le
ocurrió:
“El cansancio por nuestro desigual y excluyente sistema político, la
molestia de ver consolidada una partidocracia en México, un IFE al
servicio de los intereses partidistas y una democracia vapuleada,
prostituida y engañada por unos cuantos de siempre, fueron algunos de
los motivos que reunieron a varios amigos para buscar la manera de
generar una conciencia alternativa.”
–¿Con qué estados se ha establecido comunicación?
–Hemos sido visitados en internet por gente de Aguascalientes y de
Chihuahua. Se animan al saber que hay muchas personas con intención de
anular su voto y decir ¡ya basta! En sus respectivos estados también
se escuchan las mismas voces. Esto está creciendo.

Boicot efectivo, no abstención

El llamado a anular el voto en las elecciones del 5 de julio cobra
relevancia en el contexto de la guerra sucia entre los partidos
políticos, el selectivo embate policiaco del gobierno de Calderón
contra opositores y, sobre todo, el desastre económico del país
acreditado por las propias cifras oficiales.
Junto con diagnósticos y agenda consistentes para argumentar por qué
es políticamente útil anular el voto, aparecen también convocatorias
desenfadadas y hasta humorísticas con el mismo fin, como la del blog
“Yo voto por quien quiera”, dirigido a los jóvenes y que llama a votar
por un ídolo.
En vez de cruzar toda la boleta, se propone escribir en el espacio en
blanco de la boleta el nombre de personajes como Kurt Cobain, Pancho
Villa, Jim Morrison, Tin Tan, Juan Rulfo, John Lennon, Sor Juana Inés
de la Cruz, Jimi Hendrix, María Félix, Aristóteles, Frida Kahlo,
Simone de Beauvoir, Che Guevara, Heath Ledger, Emiliano Zapata, Benito
Juárez o Ricardo Flores Magón…
“Esta es la forma como protestaremos contra la corrupción del sistema
político mexicano. Queremos que nos escuchen, que nos vean, que nos
lean”, subraya la convocatoria, y aclara que no se debe votar por
alguien que esté vivo, y pone el ejemplo del actor Diego Luna.
“Nadie nos asegura que el PAN, PRI, PRD, Verde, Convergencia, Panal,
PT, PSD o el que sea, después lo contraten para que salga en un
anuncio televisivo pagado por nosotros y diga: ‘Soy Diego Luna, no
puedo ser tu candidato, pero te digo que votes por el X diputado…’. Es
muy peligroso porque no faltará quien desvirtúe el movimiento y diga
que todos los jóvenes somos de determinado partido. Por eso mejor
difundir que votaremos por muertos... ¡Así no hay pierde!”
Ese blog se ufana de que a esta iniciativa se han sumado otros
espacios en internet, entre ellos Ciudadanos en Red, que en efecto
reproduce la convocatoria. Lo paradójico es que esa iniciativa forma
parte de Metrópoli 2025, cuyo consejo directivo preside Demetrio Sodi,
candidato panista a delegado de Miguel Hidalgo.
Los “anulistas” coinciden con los abstencionistas en que todas las
opciones son inaceptables, pero no comparten su pasividad e
indiferencia.
“Levantarnos a anular nuestro voto nos convierte en ciudadanos
ejerciendo el derecho de rechazar a los partidos y sentar las bases
para construir una mejor democracia”, establece el movimiento
“políticos nulos, votos nulos”.
Por su parte, en su blog “Anúlalos”, Germán Petersen, estudiante de la
licenciatura en Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de Guadalajara y ganador del
primer lugar del Certamen Nacional Juvenil de Ensayo Político 2007,
expone las diferencias entre anular el voto y abstenerse:
“Para nada es nuevo que muchos mexicanos no se presentan a votar el
día de las elecciones con el pretexto más burdo que uno se pueda
imaginar. El abstencionismo consciente como forma de protesta corre el
riesgo de perderse entre ese grupo de personas que por flojera,
desidia o cualquier otra razón sin sentido, simplemente no se
presentan a votar. Además, la cifra de abstencionistas varía mucho de
elección a elección; en cambio, el porcentaje de votos nulos
prácticamente nunca ha rebasado el 2.5% en el estado. Vayamos a votar,
pero de una forma que transmita nuestro descontento. La anulación es
la mejor que podemos encontrar.”

Traición a la patria

A la discusión entre los promotores de la abolición del voto, de
extendida presencia en la red –que focaliza su público clasemediero,
si bien se han impreso volantes que se distribuyen en algunas
ciudades–, se han sumado analistas que ponderan el fenómeno y aun
políticos como la experredista Rosalbina Garavito.
El más tenaz promotor del voto nulo es José Antonio Crespo, miembro
del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y autor de
rigurosas indagaciones electorales como Hablan las actas. Las
debilidades de la autoridad electoral mexicana, quien sostiene que
anular el voto no significa apatía, sino rechazo activo y deliberado a
todos los partidos.
“Es lo que suele llamarse ‘abstencionismo activo, o cívico’, pero que
fácilmente puede confundirse con el abstencionismo apático o
indiferente si no se plasma en una boleta anulándola con claridad”,
escribió Crespo en el diario Excélsior el 18 de mayo, al recordar que
la legislación mexicana no considera el voto en blanco, como en varias
democracias.
Se trata, explicó, de un espacio en la boleta, creado como una opción
legítima y especial para quien quiera votar “ninguno”. “Habrá que
empujar que en adelante se incluya ese derecho (que en general, aun
los ‘participacionistas’ reconocen como menos perjudicial
institucionalmente que sólo abstenerse de ir a las urnas)”.
Al respecto, Hinojosa afirma que, mientras no exista en México el
espacio para votar por “ninguno”, es preciso anular el voto como señal
de repudio al sistema actual, “que es una jaula de oro democrática,
una gran simulación”, y la sociedad no tiene opciones.
Al margen de militancia partidista, Hinojosa dice que ha “apostado”
todo su capital político a esta iniciativa que va más allá del rechazo
que se manifiesta a través de la abstención, que a los políticos no
les importa.
“Vamos a demostrar que habemos muchos que ya le estamos dando la
espalda al jueguito, porque no está dando resultados –afirma–. Un
éxito excepcional en Puebla sería que 10% de la gente anulara su
voto.”
Pero este viernes 29 sobrevinieron reacciones: el Partido Nueva
Alianza acusó a Hinojosa de que, llamando a anular el voto, promueve
acciones contra el proceso electoral previstas en el artículo 345 de
la ley electoral federal, cuyo castigo es una multa de hasta 500 días
de salario mínimo, y Sergio Cházaro, consejero local del IFE, afirmó
que esa campaña atenta contra los fundamentos de la democracia.
El político poblano dice que son señales “muy raras”, porque además se
le acusa de querer ser candidato: “Es una visión muy tonta. Ya fui
candidato y este no sería mi camino para volverlo a ser, ni siquiera
es seguro. No conecta una cosa con la otra. Lo interesante aquí es qué
va a hacer el IFE. Tiene de dos: desechar o imponer la multa. Deberían
desecharla, pero ¿me van a agarrar de caso ejemplar para que no se
insubordine la ciudadanía?”.
También en Jalisco ha habido reacciones adversas: el presidente del
órgano electoral, David Gómez, desautorizó la nulidad del voto, y la
campaña fue calificada por el exgobernador Ramírez Acuña como
“cobardía” y “acción contra México”, expresión semejante a la del
cardenal Juan Sandoval: “No hace labor de patria”.
Al respecto, el activista potosino Noel Algara dice: “¿Anular el voto
convierte en un criminal democrático? No. Muy al contrario, lo
convierte en un ciudadano modelo, que no rechazó sus deberes y
obligaciones. Pero cuidado, hay opiniones que realmente ‘matan a la
democracia’ y un cardenal que las expresa”.
Páez Agraz reflexiona: “Anular es un derecho constitucional que el
Estado nos debe garantizar. Estas declaraciones evidencian que los
políticos y líderes formales no han desarrollado comportamientos
democráticos. La democracia es un vehículo que funciona con
demócratas; de izquierda, derecha o centro, pero demócratas”.
–¿No se corre el riesgo de que, luego de las elecciones, se diluya el
movimiento y, después de lo que podría ser un “desahogo”, venga la
frustración?
–Si esto se diluye será cierto que los ciudadanos tienen el gobierno
que se merecen. Nosotros creemos que se puede tejer una red social que
se convierta en escuela de ciudadanos. Los ciudadanos tenemos que
preocuparnos por nuestro país.