jueves, 21 de mayo de 2009

Con la pena (3)

GACETA DEL CHARRO
Germán Dehesa
21 May. 09

Yo no voy a decir que por Amalia meto las manos al fuego, porque esto de rostizarse dos herramientas tan útiles en la oficina, ¡en la alcoba! y en el jardín, me parece bastante idiota

¿Por qué López Dóriga, tan legible en su trabajo periodístico, tan buen conductor de su programa del mediodía, se convierte en sope en la televisión nocturna donde, además de encamotarse con el teleprompter, experimenta moñificación de lengua?, ¿qué línea le darán sus patrones para, por ejemplo, evadir higiénicamente el tema del súbito deschavetamiento de Miguel de la Madrid que fue noticia de primera plana en el resto de los medios?, si las cosas están así, ¿qué confianza puede generar un noticiero selectivo que puede dejar fuera, o para los últimos 20 segundos, como ya ha sucedido, las noticias más importantes y por otra, dedicar empecinadamente grandes tramos de su programa a darnos cotidiana y puntillosa noticia de lo que va ocurriendo con el socavón que los santos del cielo, atendiendo a mis súplicas, hicieron allá en la colonia Nákoles. Ese drástico derrumbe tendría que haber ocurrido del otro lado del World Trade Center que es donde vive mi hermana, pero ya otra vez será. De cualquier modo, López Dóriga me cuenta día a día cómo van los trabajos de relleno ejecutados por unas maquinotas y unos cuates con casco. Yo veo estas interminables notas y me pregunto: ¿y todo esto, a quién le importa?

Mal están un individuo o una sociedad que permanentemente trastocan lo sustantivo por lo adjetivo... en este miércoles de clima bastante bonancible aquí en la Ciudad de México mi pensamiento se traslada a Zacatecas donde están mi amiga Amalia García, su hija que jamás será Amalia García y el torvo Agustín Monreal que tiene 17 hermanos aprox. y esto ya lo hace sospechoso. La gente de bien no se reproduce con esa conejil vehemencia. Ahora, además resulta que a don Monreal, hombre que milita al mejor postor en cualquier partido, no se le ocurre cosa más brillante que arrancarse contra Amalia y vincularla con el crimen organizado. Éste es el juego más de moda entre la buena sociedad mexicana: vincular a quien nos molesta, o nos cae gordo, o nos amenaza, con el crimen organizado. En una sociedad rumoróloga y chismosa como es la nuestra, estas adjudicaciones sin base ni prueba tienen mucha aceptación. Espero que no ocurra así con la cobardona y sospechosa acusación del tal Monreal.

Yo no voy a decir que por Amalia meto las manos al fuego, porque esto de rostizarse dos herramientas tan útiles en la oficina, ¡en la alcoba! y en el jardín, me parece bastante idiota. En tal caso, podría meter el dedo gordo de un pie, o todavía mejor, rendir mi amoroso testimonio de la impecable condición ética de Amalia García... Zacatecas me inspira una pregunta: ¿por qué hay tanta inquietud en los penales mexicanos?, ¿por qué tantas fugas? No lo entiendo. Si acá afuera estuviéramos en Jauja y no recibiéramos todos los días un tenebroso mensaje de parte de Carstens, o no hubiera tanta inseguridad y no hubiera tanto ratero suelto; yo entendería que los delincuentes quisieran salir, pero créanme, amigos hampones, ahí donde están, están bien... y ahora voy de mi corazón a sus asuntos: agradezco a tanta buena gente que me ha participado sus condolencias por el cierre de "La Planta de Luz"; tantos amigos hizo el lugar, que me comprometo a retornar aunque sea en un changarrito menos oneroso que se podrá llamar "El foquito". El resto de mi corazón está ocupado de momento en celebrar el inminente cumpleaños de mi amigo "El Canica" que cumple 70 y adquiere el prestigioso estatus de "Canicón", ocupado también en la causa Puma y en el trabajoso amor de las mujeres. He dicho.


¿Qué tal durmió? MDLV (1555)

Amados lectores: vayamos pensando en la estrategia del voto razonadamente anulado. Ya no queremos ineptos, ni mucho menos ladrones.