miércoles, 16 de febrero de 2011

Abusivo y tonto


http://www.mural.com/editoriales/comunidad/574/1146906/
Pedro Mellado
16 Feb. 11

Si en verdad les interesara dar una prueba de coherencia y firmeza en el cumplimiento de sus responsabilidades, tanto el Presidente Municipal de Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, como el director de la Policía tapatía, Servando Sepúlveda Enríquez, deberían ser los primeros interesados en que se les aplicara con todo rigor la ley a los policías corruptos que sean denunciados por sus víctimas, de tal manera que sin excusas, pretextos y consideraciones cómplices, pagaran con cárcel sus abusos.

En Guadalajara hay un policía ladrón, al que no atraparon por corrupto, sino por tonto. Acusado de robar un iPhone, la misma persona que sufrió el abuso lo identificó cuando el gendarme subió su propia foto a Internet para ilustrar el perfil de Twitter de su víctima.

El gendarme delincuente y su pareja, amenazaron al ciudadano agredido con sembrarle una bolsita con cocaína si se resistía a ser despojado, la madrugada del pasado domingo 13 de febrero, según denunció el afectado.

Esta es una buena oportunidad para que el Gobierno de Guadalajara establezca un sano precedente y castigue a los dos policías ladrones, para probar que no solapa abusos, corruptelas y complicidades.

Deberían poner atención a lo que dice la gente común en las redes sociales y en algunos sitios de Internet como mural.com, en donde se exhibe la información de este incalificable abuso, pequeña muestra de muchos tantos que diariamente se perpetran en la zona metropolitana.

Un ciudadano advierte: "¿Por qué siempre que se comprueba que un 'policía' o un empleado del gobierno o un 'servidor público' comete un delito, la declaración de los responsables o superiores es que el elemento será dado de baja? Darlo de baja debería ser solamente consecuencia de un proceso penal donde termine en la cárcel por el delito que cometió. Por ser 'servidores públicos' deberían tener penas más severas, por abusar de su autoridad. Darlo de baja por cometer un delito es casi como premiarlos y dejarlos ir a donde pueda seguir cometiendo más delitos".

Otro lector dice: "¿Y esos son los que supuestamente nos cuidan? ¿Esos son lo que están en contra del crimen? cuando los criminales son ellos.

Desgraciadamente para nosotros los ciudadanos, los delincuentes están infiltrados hasta en la sopa de nuestras autoridades, llámense Magistrados federales, Magistrados estatales, jueces de distrito, jueces del fuero común, policías investigadores, policías federales, municipales, estatales.

Todo está podrido, es una desgracia la estrategia de nuestro Presidente, atacar al crimen de manera frontal cuando todos los órganos de Gobierno están coludidos con el crimen".

Una opinión más: "Que no sólo lo exhiban y lo destituyan, sino que lo refundan en la cárcel. No sé a quién le temo más, si a los policías o a los rateros, que a fin de cuentas son lo mismo. Hace como cinco meses iba manejando después de dejar a mi novia, luego de celebrar el cumpleaños de un amigo. Me pararon para una revisión de rutina, me esculcaron la cartera y me robaron 200 pesos. Me di cuenta a las dos cuadras y al volver ya se habían ido y no apunté nada, por eso no denuncié. Si se hiciera una limpia de todos los policías que han abusado de su autoridad no quedaría uno solo".

La sociedad tiene razón en desconfiar de sus gobernantes y de sus policías, pues lo más común es que no se sancione con severidad a los corruptos y que éstos sigan libres cometiendo delitos.


pedromellado@gmail.com